lunes, 24 de septiembre de 2012

"LAS HORAS DISTANTES" de Kate Morton

    Nunca me he tenido por una persona transcendental, aunque sí que es cierto que me gusta pensar, analizar lo que veo, lo que siento pero no desde un plano filosófico. Resumiendo, que pienso que no pienso cosas importantes. Creo que todo lo que enreda mi miente ya ha sido dicho/visto u oído en algún sitio por alguna persona. En el peor de los casos, probablemente no me acuerde que lo haya leído en algún lado. Así que por supuesto, no me creo una persona especial, en cualquier caso más bien diría peculiar.

    Aclarado esto, he de decir que el primer recuerdo que viene a mi mente y que hace que se produzca un punto de inflexión en mi vida entre: veo y me da igual y veo y lo analizo pensando, me transporta a la dulce/odiada edad de 15 años.

    Por aquel entonces estudiaba en un instituto que no estaba en mi pueblo, sino en el de al lado por lo que todas las mañanas a las 07:45 cogía el autobús que me llevaba hasta él. En la ruta que hacía el autocar  había un pequeño tramo que pasaba bordeando la playa. Pues bien, durante una determinada época del año justo cuando el bus atravesaba ese tramo se podía contemplar cómo parecía que el sol emergía de las aguas. Y la verdad es que era fácil pensar en cosas con la imagen de ese paisaje explotando en la ventana de mi autobús.

    Hace poco descubrí una gran novela: "Las horas distantes", de Kate Morton y ésta es su sinopsis:

Una carta perdida durante muchos años llega por correo y Edie Burchill se encuentra viajando a Milderhurst Castle, una mansión inglesa en la que viven las hermanas solteras Blythe y en la que se alojó su madre durante la Segunda Guerra Mundial, cuando era una niña de trece años. Las hermanas Blythe mayores son gemelas y se han pasado gran parte de su vida cuidando de su hermana pequeña, Juniper, que no volvió a ser la misma desde que su prometido la abandonó en 1941. En el interior del ruinoso castillo, Edie comienza a desenmarañar el pasado de su madre. Pero las piedras de Milderhurst esconden otros secretos, y Edie está a punto de descubrir más de lo que esperaba. La verdad de lo que ocurrió en las horas distantes del pasado lleva mucho tiempo a la espera de que alguien la descubra. Morton una vez más cautiva a los lectores con una historia muy atmosférica que cuenta con unos personajes inolvidables acuciados por el amor y las circunstancias y obsesionados por los recuerdo. 

    Para mi, es la mejor novela de Kate Morton. Me encanta como mezcla el misterio, el amor, las relaciones familiares, los sentimientos que representan las 3 entrañables viejecitas del castillo con sus historias pasadas....en una novela redonda en todos los sentidos. Una historia llena de pequeños detalles, como fotografías hechas de palabras que en ningún momento llegan a aburrir.
    Hay quien lo critica porque sigue el mismo esquema que sus anteriores novelas ("La casa de Riverton", "El jardín olvidado"), pero yo pienso que si me gusta ese estilo me da igual que lo repita. Me pasa exactamente lo mismo que con la música: si me gusta un autor por la música que hace no tiene por qué cambiar, sí evolucionar, pero cambiar de registro no lo entiendo.

    Un fragmento que explica qué son las horas distantes: 

[... Cuando éramos pequeñas, solía contarnos historias, relatos del pasado. Decía que cuando andaba distraído por el castillo, a veces las horas pasadas olvidaban ocultarse. Las encontraba jugando en la oscuridad, en los pasillo desiertos. "Piensa en todas las personas que han vivido en estos muros, que han susurrado sus secretos, consumado sus traiciones..." ...]

    De este modo vuelvo a mi paisaje lleno de sol y de mar. Ésas son unas de mis horas distantes. Ese gran sol que me gritaba cosas durante mi recién estrenada adolescencia. Todavía sigo pasando de vez en cuando por ese tramo para recordar quien fui en ese momento.

P.S: Espero que mi vecino de al lado recupere de alguna manera sus horas distantes con esta novela. A los pies de su puerta la dejo...

lunes, 10 de septiembre de 2012

"Living next door to Alice", Smokie

Llega septiembre y sin saber muy bien por qué siempre me viene a la mente esta canción. Pub irlandés, cerveza negra y abrazos infinitos de esos que sólo se dan cuando hay una buena borrachera de por medio, es decir, esos abrazos que se dan de verdad. Será que siempre deseé tener un vecino "living next door", será porque ahora tengo un vecino de al lado... Y es que "...I don't know why she's leavin, or where she's gunna go.."